
El Banco Sabadell se guarda aún un as bajo la manga tras la ruptura de las conversaciones para una fusión con BBVA, ante la reticencia del mercado de que la entidad pueda continuar en solitario mucho tiempo más, lastrada por su baja rentabilidad. El grupo financiero ha retomado contactos con entidades europeas para protagonizar una integración transfronteriza, según informan fuentes de toda solvencia a este periódico.
Mientras las negociaciones avanzan, el banco se apresuró a primera hora del viernes a presentar las primeras pinceladas de su nueva hoja de ruta para seguir en solitario, a sabiendas que el mercado le iba a penalizar el desencuentro con la entidad azul. Sin embargo, los esfuerzos se vieron poco compensados y el grupo amaneció con una caída del 11% en el parqué, llegando a cerrar la jornada con un descenso del 13,5%.
El banco que preside Josep Oliu recupera, de momento, los planes previos a la fusión y se enfocará en crecer en el mercado doméstico, dándole más peso al negocio de empresas y pymes y de banca personal, frente al segmento de particulares. Una vía que ya había avanzado en varias ocasiones el consejero delegado, Jaume Guardiola, antes de conocerse una posible unión con BBVA.
Sin embargo, el banco por primera vez apunta directamente contra su filial británica TSB. Según avanzó este viernes el grupo en un comunicado, explorará opciones para vender el negocio de Reino Unido, para lo que ya tiene trabajando a Goldman Sachs. TSB cerró el primer trimestre del año con unas pérdidas de 155 millones, treinta veces superiores a las mismo periodo del ejercicio anterior, siendo el principal lastre para la rentabilidad del grupo.
Según los analistas de Barclays, la filial británica del Sabadell necesita un ajuste de en torno a 1.200 millones para compensar su deterioro, un escenario que, de momento, parece anticipar una venta a pérdidas.
Sin embargo, el camino tomado por el Sabadell de continuar en solitario solo se ve como una periodo de transición y no como una realidad a medio plazo. Según la opinión del equipo de analistas de Bankinter, el banco Sabadell deberá ahora buscar nuevas alternativas, misma posición que Renta 4, en un mercado donde ya quedan muy pocos potenciales candidatos a integraciones, ya que consideran "improbable" que la entidad pueda continuar en solitario, lo que, desde su punto de vista, "resta validez al plan estratégico que pueda presentar". Según señaló este viernes el grupo, prevé presentar su nueva hoja de ruta en el primer trimestre del año que viene.
En el plano doméstico, y tras la integración de CaixaBank con Bankia, éste último candidato desde hace años a un enlace con el grupo de Oliu, junto con la futura unión de Unicaja y Liberbank, dejan al Sabadell con recortadas opciones, y de ahí la alternativa transfronteriza. No obstante, la vía Kutxabank sigue en la pista de baile, pese a que el lehendakari Iñigo Urkullu rechazara una operación con la entidad vasca en octubre, justificando que el banco debe mantener su arraigo e independencia.
A pesar de las palabras de Urkullu, el mercado ve con buenos ojos la boda, ya que la vasca aportaría al nuevo grupo una inyección nada desdeñable de capital, puesto que cuenta con la mayor solvencia de la banca española con un ratio del 17,5%, frente al 12,9% del Sabadell.
Plan de desinversiones
Al Sabadell le quedan pocas palancas para continuar en solitario, tras las desinversiones puestas en marcha en los últimos años para reforzar su capital. El banco vendió en abril de 2019 el 80% de la inmobiliaria Solvia a Intrum por 241 millones, lo que le generó una plusvalía de 138 millones, permitiéndole incrementar su ratio de capital CET 1 fully loaded en 15 puntos básicos. Cinco meses después vendió la promotora SDIN a Oaktree por 882 millones, dando una plusvalía de 21 millones y 7 puntos básicos más de capital. El pasado junio, cerró la venta de la gestora Sabadell Asset Management a Amundi por 430 millones, con una plusvalía de 349 millones que le permitió un refuerzo de 43 puntos básicos del capital. Finalmente, el banco anunció el pasado marzo la venta del negocio de depositaría a BNP por 115 millones. La operación se cerrará en 2021 y, previsiblemente reportará unas ganancias de 75 millones y 7 puntos básicos más en el capital.
La entidad comienza a quedarse en los huesos con pocas opciones de desinversión, entre las que están el negocio de renting y del crédito al consumo, aunque, éste último es uno de los segmentos más rentables y de mayor crecimiento. Otra alternativa es deshacerse del negocio en México, aunque apenas tiene un peso del 1,8% en el grupo.
Así, el banco hace una puesta por mejorar su situación a través de rebajar costes. Los sindicatos aceptaron este viernes la propuesta económica del Sabadell para ajustar 1.800 empleos en España, el 11% de la plantilla, que se firmará la semana que viene. La entidad, que financiará el recorte con las plusvalías de la venta de parte de la cartera ALCO (deuda pública), prevé lograr unos ahorros de 115 millones de euros netos de cara a 2022. Además, también prepara 900 salidas en Reino Unido para el año que viene.